Cuando pensamos en alisar el cabello, dos métodos destacan: el alisado brasileño y el alisado japonés. Aunque ambos buscan transformar la textura del cabello para hacerlo más manejable y liso, presentan diferencias notables en el proceso, el acabado y los cuidados posteriores.
En este artículo, con nuestro equipo exploraremos las principales diferencias entre estos tratamientos y descubriremos cuál se adapta mejor a tus necesidades.
¿Qué es el alisado brasileño?
El alisado brasileño es un tratamiento que utiliza queratina, una proteína natural presente en el cabello, para nutrir, suavizar y reducir el encrespamiento. Su gran atractivo es que no altera de forma permanente la estructura del cabello, sino que trabaja sobre la cutícula, sellándola y restaurándola.
Características del alisado brasileño
- Técnica: se aplica una fórmula con queratina que se sella con planchas térmicas. Esto crea una barrera protectora que aporta brillo, suavidad y reduce el encrespamiento.
- Acabado: liso natural con movimiento, ideal para quienes buscan un cambio sin sacrificar la textura y flexibilidad del cabello.
- Duración: los efectos suelen mantenerse entre 3 y 5 meses, dependiendo del tipo de cabello y de los cuidados posteriores.
Beneficios clave
- Reparación capilar: además de alisar, restaura el cabello dañado por factores externos o tratamientos previos.
- Apto para todo tipo de cabello: desde rizado hasta encrespado, se adapta a diversas texturas y necesidades.
- Compatibilidad: puede aplicarse sobre cabellos teñidos o tratados anteriormente.
- Versatilidad: permite conservar ondas suaves si no se desea un alisado total.
El alisado brasileño no solo mejora la apariencia del cabello, sino que también lo fortalece, devolviéndole su vitalidad y haciéndolo más fácil de manejar en el día a día.
¿Cómo funciona el alisado japonés?
El alisado japonés, también conocido como alisado térmico, es un método que transforma de manera permanente la estructura interna del cabello. Este tratamiento rompe los enlaces del cabello para dejarlo completamente liso y recto.
Características del alisado japonés
- Técnica: utiliza productos químicos que modifican la estructura del cabello, seguidos de calor para fijar la nueva forma lisa.
- Acabado: cabello ultraliso y brillante, pero con un movimiento limitado y un aspecto más rígido.
- Duración: permanente en las áreas tratadas, aunque las raíces requieren retoques cada 6 a 12 meses.
Desventajas principales
- Daño potencial: puede debilitar el cabello, especialmente si está teñido o previamente tratado.
- Falta de naturalidad: no permite conservar ninguna textura o volumen natural.
- Mayor mantenimiento: necesita cuidados específicos para evitar que el cabello tratado se quiebre o reseque.
¿Por qué elegir el alisado brasileño frente al alisado japonés?
Cuando se trata de tratamientos para alisar el cabello, tanto el alisado brasileño como el japonés ofrecen soluciones efectivas, pero tienen diferencias importantes que los hacen adecuados para distintos objetivos y necesidades. Si estás decidiendo entre estos dos métodos, aquí te contamos por qué el alisado brasileño destaca frente al japonés.
1. Resultados más naturales y con movimiento
El alisado brasileño es ideal para quienes buscan un acabado liso pero no completamente rígido. A diferencia del japonés, que elimina por completo la textura y deja el cabello extremadamente plano, el brasileño conserva el movimiento natural, volumen y flexibilidad del pelo. Esto hace que el resultado sea mucho más dinámico y favorecedor.
2. Menos agresivo con la estructura del cabello
El alisado japonés actúa alterando la estructura interna del cabello mediante un proceso químico intensivo que rompe y reconfigura los enlaces de keratina para alisarlo permanentemente. Esto puede debilitar el pelo y hacerlo más propenso a daños.
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En cambio, el alisado brasileño no modifica la estructura interna, sino que recubre la fibra capilar con queratina, un método más respetuoso que protege la salud del cabello.
3. Mejora la salud capilar mientras alisa
El tratamiento brasileño no solo alisa el cabello, sino que lo repara al mismo tiempo. Al incorporar queratina y nutrientes esenciales, este tratamiento ayuda a cerrar la cutícula, rellenar las grietas y reducir el frizz, dejando el pelo más suave, brillante y fortalecido. Por otro lado, el alisado japonés no tiene beneficios reparadores y puede dejar el cabello más frágil con el tiempo.
4. Más fácil de aplicar y mantener
El proceso del alisado japonés es más largo y complejo, con sesiones que pueden durar varias horas y requieren un seguimiento estricto en casa para evitar daños. El alisado brasileño, por otro lado, se aplica en menos tiempo y tiene un mantenimiento más sencillo, utilizando productos específicos, como champús sin sulfatos, para prolongar los resultados sin comprometer la salud del cabello.
5. Compatible con diferentes tipos de cabello
El alisado brasileño es versátil y funciona bien en todo tipo de cabellos, desde rizados hasta ondulados o con frizz, ofreciendo resultados efectivos sin importar la textura inicial. En cambio, el japonés es más adecuado para cabellos lisos o ligeramente ondulados, y puede no ser tan efectivo o saludable para quienes tienen cabello muy rizado o dañado.
En definitiva, la elección entre alisado brasileño y japonés dependerá de tus necesidades y expectativas. Si buscas un liso ultraperfecto y permanente, el alisado japonés puede ser una opción, pero conlleva mayores riesgos para la salud capilar.
Por otro lado, el alisado brasileño se posiciona como una alternativa más completa: alisa, nutre y repara, dejando el cabello con un aspecto natural, lleno de brillo y vitalidad. Su versatilidad y menor impacto lo convierten en la opción preferida para quienes desean un cambio sin comprometer la salud de su melena.
Si valoras un cabello sano, manejable y con movimiento, el alisado brasileño será tu mejor aliado para transformar tu look sin sacrificar lo que más importa: la salud de tu cabello.
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